Casa de ayuda y refugio
para mujeres y niños/as víctimas
de violencia conyugal

Formas de
violencia conyugal

Violencia física

Cuando las amenazas, los gritos o el sarcasmo no son suficientes, el agresor pasa a las palizas, la brutalidad o la coacción física. Sacude a su pareja, la abofetea, le aprieta las manos, la aplasta contra una pared, la inmoviliza. También puede secuestrarla, atarla, estrangularla, golpearla con un palo o cuchillo, golpearla en la cara o los pechos y patearla en el estómago a pesar de estar embarazada.

Ver algunos ejemplos

"Cuando no estaba de acuerdo, me abofeteaba.”
“En una ocasión me tiró una silla.”
"Trató de estrangularme."
"Me gritaba con un cuchillo entre las manos."
"En una ocasión le dio patadas a mi perro”

Violencia verbal

La violencia verbal ... ¡se hace escuchar! Los gritos, insultos, injurias, amenazas y alaridos forman parte de estas expresiones. A menudo, el agresor va a alzar la voz para intimidar a su pareja. La violencia verbal también puede manifestarse por prohibiciones, chantajes y órdenes.

Ver algunos ejemplos

“¡Maldita loca!” 
“¡Zorra!”   
“¡Estás demasiado gorda, me disgustas!”
“¡Ve a trabajar, ya verás, no podras conservar tu trabajo por más de un mes!”
“¡Mueve tu trasero!”
“¡Mi ex era mejor que tú en la cocina!”

Violencia psicológica

La violencia psicológica abarca una serie de actitudes y comentarios despreciativos que consisten en humillar a la pareja, denigrarla, devaluarla y controlarla. El agresor menosprecia la apariencia de su pareja, sus capacidades intelectuales o cualquier rasgo de su personalidad para disminuirla. Le reprocha su falta de talento sexual. Critica su forma de educar a sus hijos/as o de cocinar. En definitiva, no acepta su forma de ser y le devuelve una imagen totalmente negativa de sí misma.

Ver algunos ejemplos

“Nadie te querrá."
“Nunca encontrarás trabajo. Eres demasiado tonta."
“Otra vez es tu culpa. Fuiste tú quien me provocó.”
“Eso es justo lo que te mereces.”
“Ni siquiera eres capaz de cuidar a los niños."
“No sabes nada sobre Canadá. Es gracias a mí que estás aquí. Si no me escuchas llamaré a inmigración y volverás a tu país."

Violencia económica

Cuando el agresor prohíbe trabajar a su pareja o, por el contrario, la obliga a trabajar más allá de sus fuerzas para beneficiarse de un mejor ingreso familiar, está ejerciendo violencia económica. El agresor también puede controlar la elección de trabajo de su pareja, o incluso obstaculizar sus estudios. Limitar los gastos de alimentación, vestimenta, actividades de ocio o negar todo acceso a los recursos económicos son también algunos de los medios que puede utilizar el agresor.

Ver algunos ejemplos

“Deja de gastar, ¿cuánto dinero has gastado en ropa?”
“Te daré $ 40 para la compra.”
“¡Los niños no necesitan juguetes nuevos!”
“ No tienes por qué saber cuánto hay en la cuenta bancaria.”
“ No tienes necesidad de ir a trabajar. ¡Te doy todo!”

Violencia sexual

A menudo experimentada en silencio, la violencia sexual ocurre cuando el agresor obliga a su pareja a tener relaciones sexuales con él o con otras personas, incluso en grupo. La brutaliza e insulta y puede obligarla a ver material pornográfico e imitar las escenas de una película.

Ver algunos ejemplos

“Desde que diste a luz, ya no me excitas más, por eso veo películas porno.”
“A tu amiga, la rubia, me gustaría verla en mi cama. ¡No te enojes! ¡Es sólo una broma!”
“Si me abandonas, pondré fotos tuyas desnudas en Internet.”

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